El Otro Lado del Cuento
El cuento folclórico japonés popular de Momotaro, el Niño Melocotón, es claramente una historia sobre heroísmo y justicia. Momotaro mismo es retratado como un protagonista no solo justo sino también valiente, el cual nació de un melocotón. Este se embarca en una búsqueda para derrotar a los malévolos Oni (demonios) que aterrorizan la tierra. Las líneas están claramente definidas: Momotaro, junto con sus leales compañeros animales, encarna la pureza y la virtud, mientras que los Oni son representados como antagonistas monstruosos cuyas crueles intenciones justifican su persecución y eliminación. Este cuento clásico sirve como una alegoría directa para el triunfo del bien sobre el mal.
Sin embargo,Tougen Anki toma audazmente esta querida leyenda y gira su guion drásticamente, transformando su esencia misma en el catalizador de un conflicto mucho más oscuro y complejo. Aquí, la imagen tradicional de Momotaro como un héroe benevolente se hace añicos. En cambio, su linaje, ahora una formidable organización, encarna la opresión y la crueldad, convirtiéndose en los instigadores del conflicto principal. En esta versión, la batalla entre "héroes" y "villanos" no es tan sencilla como parece en los cuentos tradicionales. La serie difumina intencionadamente esas líneas, dejando claro que el bien y el mal no son conceptos absolutos, sino a menudo una cuestión de perspectiva.
Personajes de Tougen Anki
Shiki Ichinose:
El protagonista impulsivo que hereda la sangre Oni.
Tsuyoshi Ichinose:
El padre adoptivo de Shiki, un ex-Momotaro.
Naito Mudano:
Un instructor racional y algo enigmático en la Academia Rasetsu.
Jin Kougasaki:
Un compañero de clase de Shiki en la Academia Rasetsu, que a menudo choca con él.
Homare Byobugaura:
Una pequeña y tímida estudiante Oni, compañera de Shiki en la Academia Rasetsu, que se especializa en ataques a distancia con sus proyectiles.
Ikari Yaoroshi
Un estudiante impulsivo y entusiasta del combate en la Academia Rasetsu, conocido por su llamativo estilo de lucha.
Juji Yusurube:
Un estudiante de curso superior en la Academia Rasetsu, calmado y sereno, que actúa como figura mentora con una habilidad única de manipulación de sangre.
Kuina Sazanami:
Otra compañera de clase de Shiki, una chica de aspecto enérgico/combativo.
Rokuro Kiriyama:
Un estudiante de la Academia Rasetsu muy inteligente y analítico, a menudo visto elaborando estrategias durante las misiones.
Samidare Momoya:
Un agente Momotaro y antagonista.
Opinión y Expectativas sobre Tougen Anki
Tougen Anki sin duda innova al darle un giro a la leyenda de Momotaro. La forma en que retuerce esta historia, tradicionalmente contada siempre desde la misma perspectiva, no solo es interesante sino también muy convincente. Esto es lo que realmente distingue la serie a nivel argumental de muchas otras. Sin embargo, esta originalidad viene de la mano con una extraña sensación de familiaridad, como si ya hubiéramos visto algo similar anteriormente.
La historia en sí toma prestados elementos exitosos de otros modelos shonen, lo cual no es nada raro (después de todo, sabemos que Kishimoto se inspiró en Toriyama, y muchos otros han hecho lo mismo). Sin embargo, el problema que encuentro con esta serie es que resulta ser una amalgama de muchas otras, lo que no solo le impide definirse por sí misma, sino que también afecta su ritmo narrativo. Hay momentos en que las cosas suceden muy abruptamente y sin sentido, interrumpiendo el flujo de la trama.
Y esa es la cuestión: ya hemos visto algo de esto antes, por lo que no siempre logra el impacto que busca crear. Este desequilibrio puede hacer que la experiencia de ver la serie se sienta, a veces, demasiado estereotipada como para sumergirse por completo o tomarla siquiera en serio.
Este problema incluso se extiende a su protagonista. Aunque hay cierta originalidad en crear un héroe shonen que no es inmediatamente simpático o puramente heroico, la actitud descaradamente malcriada y el temperamento explosivo de Shiki pueden crear una barrera entre él y la audiencia. Muchos héroes shonen, incluso los que tienen sus defectos, suelen tener un encanto que los hace fáciles de apoyar. Shiki, en cambio, a menudo prioriza sus emociones volátiles y sus venganzas personales, lo que dificulta que los espectadores se identifiquen con él o se involucren en su viaje. Si bien esto podría ser una elección intencional para mostrar un personaje más imperfecto y realista, se corre el riesgo de que aleje a un cierto segmento demográfico por su personalidad.
Además, si bien Tougen Anki intenta aprovechar la eficiencia y las capacidades tanto de la animación tradicional 2D como de las imágenes generadas por computadora (CGI), su implementación a veces crea un efecto incompatible que, lamentablemente, le roba a la serie de dinamismo y fluidez. En sus secuencias de acción más intensas o al mostrar movimientos complejos, el anime con frecuencia transita entre escenas dibujadas a mano y modelos CGI notablemente más rígidos y, a menudo, menos detallados.
En lugar de batallas fluidas que deberían ser el sello distintivo de una serie de acción shonen, el contraste marcado entre los dos estilos de animación puede sentirse tosco y desarticulado. Crucialmente, esto no es solo un problema estético; impacta directamente en la narración. Los momentos que están destinados a ser impactantes, rápidos o emocionalmente cargados pueden perder su poder cuando la animación tiene dificultades para seguir el ritmo, haciendo que la acción se sienta menos fluida y los movimientos de los personajes menos naturales.
Advertencia importante: Si no toleras la sangre o el gore, es mejor que evites esta serie. La sangre es fundamental en la historia y en el sistema de poder de los Oni, cuyas habilidades se basan en su manipulación.
A pesar de estas críticas, Tougen Anki aún ofrece mucho que apreciar. Su premisa única y sus elementos de fantasía oscura, aunque presentados de forma simplista, podrían resonar fuertemente con un público más joven que no está tan familiarizado con los matices de dicho género.